Por ahora, esto es el diario de un parado.

Aunque iré añadiendo nuevas cosas, si es que me entero bien de como hacer un blog en condiciones...

Bienvenidos y espero que os guste


Si fuera así, dejadme un comentario que no cuesta nada escribir dos palabrejas...

miércoles, 8 de diciembre de 2010

07/12/10 7º día de paro

No he tenido la experiencia, de recibir las viejas cartas que tanto se esperaban. La emoción de abrir el sobre. Mirar aquellos sellos. Aquellas letras desiguales de los que aprendieron a escribir, leer y las cuatro reglas, solamente.

Eso ocurría cuando yo era aún un niño. Llegaban cartas de Asturias e incluso alguna de Argentina. Recuerdo haberlas visto pero no recuerdo su contenido excepto aquel clásico...

"Esperando que al recibo de la presente os encontreis bien de salud, nosotros bien gracias a Dios..."

Eran esas cartas el unico nexo de unión entre los que no se podían no solo abrazar o mirar diariamente sino ni siquiera oirse. Solo les quedaba leerse y esperar a que quizás en verano volverían al pueblo unos días.

Tengo vagos recuerdos de aquellas cartas que se recibían en casa. No recuerdo las lágrimas que seguro provocaban, pero las intuyo. Serían releidas varias veces. Antes de esas familiares cartas seguro que existieron las de la novia que escribía a un mozo de carbonería en Madrid...



Las Cruces vista desde Arcallana. La aldea donde nací
 

Ahora podemos hablar sin problemas con cualquiera desde cualquier lugar del mundo y escribirnos y leernos al momento. Incluso podemos vernos con unas cámaras muy chulas.

Digo todo esto porque un comentario anónimo contesta a una entrada de este blog pidiendome que cuente un chiste al que hacía referencia. Ha cambiado todo tanto. Todo va tan rápido ahora. Y es todo tan anónimo...

Hemos ganado en comunicación. Ahora nuestros mensajes vuelan a velocidad de la luz por una cosa que se llama fibra óptica. Nos podemos comunicar con mucha gente. Mejor dicho, con alguna gente y muchos anónimos.

Es anónimo el vecino. Anónimo el médico. Anónimo el panadero. Anónimo el...

Incluso a veces, nos sentimos de maravilla siendo anónimos.

Me estoy desviando, como siempre. Ese anónimo me ha hecho mucha ilusión. Alguien me ha leído...Sospecho que no será tan anónimo pero me conformo con saber que me leyó.

Y como me pide el chiste, pues lo cuento.

Alguien entra en una pajarería y pide un pájaro que hable. El dependiente que no vé muy ilustrado al cliente y que tiene un buho del que se quiere deshacer, le dice:

-Llévese usted este pájaro que habla como ninguno.

El cliente que esperaba un loro o algo similar, no se queda muy convencido pero se lleva el buho a casa. A los pocos días vuelve a la pajarería a por comida y le pregunta el de la pajarería...

- Qué, ¿ya habla el loro?

Y el fulano le contesta...

- Hablar todavía no. Pero se fijaaaaa.....

4 comentarios:

  1. Penoso el chiste, que lo sepas.
    Sobre los anónimos que nos rodean, cuando eras adolescente había en tu casa un libro titulado "Cómo hacer amigos". Básicamente trataba de enseñar que si nos interesamos en los demás y hacemos cosas por ellos obtendremos la misma respuesta. No siempre funciona, claro, anda que no se lleva una decepciones, pero es más probable conseguirlo así que esperando en nuestro rincón a que alguien haga algo por nosotros
    Pero ¿Acaso queremos que nuestro vecino, panadero o charcutero sepa algo de nosotros? No, eso nos convertiría en volubles, descubriríamos un flanco y de eso nada, que a saber qué me pides a cambio.
    Somos anónimos porque queremos y nos gustaría serlo más para ser más libres, también en los blogs.
    Y sí, nos comunicamos más, pero nos ayudamos menos.
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Y tu donde consigues esas fotos de Arcallana. Porque esta tiene pinta de ser reciente, ya que está hecha desde la carretera nueva.
    Aunque tengo unos cuantos años menos que tú yo si que recuerdo bien el día que llegaba carta de Argentina o de Madrid,a mi madre leyendolas con toda la ilusión del mundo, y diciendo: tengo que sacar tiempo para contestar.
    Con el poco tiempo que lleva ahora descolgar el teléfono, en aquella época mi madre tenía que organizarse para poder sacar una hora en la que escribir a las hermanas.

    ResponderEliminar
  3. Ya sabía yo que no era tan anónimo el anónimo.

    Aure, lo saqué de Google Maps. Ya te pondré el enlace

    ResponderEliminar
  4. pues no, rico, el anonimo era yo, que no sé como coñas va esto....

    Muy buena la foto, el chiste... no tanto

    ResponderEliminar